LLueve

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La lluvia en el crepúsculo borra el mundo despacio.
Bogando entre las sombras de confusa dulzura
el corazón se escucha latir, en el silencio
que sirve como fondo al rumor sin descanso.

Los brazos de la lluvia me duermen suavemente,
su palabra monótona me canta viejas cosas
de antes de que naciera, y es una larga sílaba
que me lo dice todo, y no me dice nada...

Bosque espeso, penumbra con formas fugitivas,
montaña de neblina que me anonada el alma,
muro gris que me ahoga sin un solo resquicio,
cielo turbio que baja a oprimirme los hombros...

El mundo lo disuelve, a fuerza de lamerlo;
después va diluyendo todas nuestras angustias
en su vago susurro... todo se apaga, suave...
...mas, de pronto, desnuda, se yergue y grita el alma.

¡Soledad prisionera del corazón con lluvia!
Las cosas ¿quién se acuerda dónde están? Sólo quedan
unos ojos que miran las sombras, mas sin verlas,
y, detrás de ese muro, el palpitar de Dios.

Se queda el corazón frente a frente consigo,
surcando los océanos abisales de lluvia.
-Le desnudó la lluvia de todo dulcemente-.
¿Qúe vago aliento agita las cortinas del agua?



2 comentarios:
R dijo...

Vaya, vaya Valsapena, estás hecha una verdadera poeta.

Valsapena dijo...

No es mio, es de Valverde, ya quisiera yo escribir asi :P

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