El mensaje de Juan

.



De la mano de mi amigo Efialtes el búho, llegaron hasta mi las profecías de Juan de Jerusalén, en ellas describe el desconcierto y el caos del comienzo del año mil que sigue al año mil, pero yo me quedo con sus palabras finales, las expongo a continuación:


Llegados plenamente al año mil que sigue al año mil, el hombre conocerá un segundo nacimiento; el espíritu se apoderará de las gentes, que comulgarán en fraternidad; entonces se anunciará el fin de los tiempos bárbaros.
Será el tiempo de un nuevo vigor de la fe; después de los días negros del inicio del año mil que viene después del año mil, empezarán los días felices; el hombre reconocerá el camino de los hombres y la tierra será ordenada.


Llegados plenamente al año mil que sigue al año mil, los hombres por fin habrán abierto sus ojos; ya no estarán encerrados en sus cabezas o en sus ciudades; se verán y se oirán de un lado a otro de la tierra; sabrán que lo que golpea a uno hiere al otro. Los hombres formarán un cuerpo único del que cada uno será una parte ínfima, y juntos construirán el corazón, y habrá una lengua que será hablada por todos y nacerá así, por fin, el gran humano.


Llegados plenamente al año mil que sigue al año mil, el hombre sabrá que todos los seres vivos son portadores de luz y que son criaturas que deben ser respetadas; habrá construido las ciudades nuevas en el cielo, sobre la tierra y sobre el mar. Conservará en la memoria lo que fue y sabrá leer lo que será; ya no tendrá miedo de su propia muerte, pues en su vida habrá vivido muchas vidas y sabrá que la luz nunca se apagará.


Nota: Juan de Jerusalén nació cerca de Vezelay, Francia, alrededor de los años 1040 o 1042. Fue uno de los fundadores de la Orden de los Caballeros del Temple, o Templarios, en 1118. Murió poco después, en el año 1119 o 1120, a la edad de 77 años.



0 comentarios:

Publicar un comentario